Ingredientes:
18 tortillas de harina
8 piloncillos grandes
½ raja de canela
½ litro de agua
1 litro de aceite
A todo mexicano durante las fiestas decembrinas o los fríos días de enero le
fascina degustar de unos ricos buñuelos bien dulces acompañados con un atole
blanco. En tiempos de antaño, yo recuerdo ver a mi abuelita hacer las tortillas
de harina para luego dorarlas en el aceite. De igual manera iba preparando un
rico atole blanco, el cual, hace un delicioso contraste en nuestro paladar al
combinar la dulzura de los buñuelos con su sabor peculiar. Lamentablemente,
ahora no seguiremos el método de nuestra abuelita para preparar los buñuelos,
pero si mostráremos una alternativa para degustarlos.
Lo primero que hacemos es
colocar el litro y medio de agua en un recipiente ancho. Vamos a ponerlo en la
estufa a fuego medio y una vez que esté a punto de comenzar a hervir hay que
colocar los 8 piloncillos junto con la canela. Lo dejamos hirviendo hasta que
los piloncillos se desintegren por completo, ya bien derretidos dejamos hervir
otros 45 minutos ya que debe quedar un caramelo para luego bañar con éste los
buñuelos.
Por otro lado, hay que poner un sartén grande en la estufa y colocar una
taza de aceite. Debemos esperar a que el aceite se caliente muy bien, una vez
caliente bajamos un poco el fuego ya que las tortillas de harina se doran
rápidamente y pueden quemarse enseguida. Colocamos una tortilla en el sartén y
procuramos explotar las burbujas que se le puedan formar ya que esas burbujas
impiden que la tortilla se dore bien y pueden llenarse de aceite. Por eso hay
que tener mucho cuidado y precaución ya que el aceite puede brincarnos al
rostro o a los brazos, debes tener los utensilios necesarios, sobre todo, si no tienes experiencia haciéndolo. Usa unas
tenazas para voltear la tortilla pues necesitamos que se dore bien por ambos
lados. Retírala y ponla en un plato, debe quedar crujiente y doradita.
Una vez que terminamos de dorar todas las tortillas y el piloncillo se ha
hecho una miel o jarabe vamos a usar nuevamente el sartén grande a medio fuego
para ir bañando cada buñuelo, ¡no te limites y agrega mucha miel de piloncillo!
Al terminar, recuerda acompañar tus buñuelos con un atole blanco o con la
bebida de tu preferencia. Si bien los buñuelos son ideales en las celebraciones
pueden consumirse en cualquier época del año ya que es un platillo muy típico y
delicioso. Los buñuelos de nuestra abuelita son imposibles de igualar, pero es
grato reunirnos y preparar unos recordándola.